Una celda particular del Convento de Monjas Dominicas de Pátzcuaro, México

Esta comunicación es una aproximación al tema de vida conventual femenina novohispana, particularmentede la orden dominica de mujeres y la arquitectura, a partir del ejemplo de una celda particular.Existieron dos categorías en los conventos de monjas novohispanas, los de descalzas y los de calzadas;...

Descripción completa

Guardado en:
Detalles Bibliográficos
Autores principales: Torres-Vega, José Martín, Azevedo-Salomao, Eugenia María
Formato: Online
Lenguaje:spa
Publicado: Universidad Autónoma del Estado de México 2018
Acceso en línea:https://legadodearquitecturaydiseno.uaemex.mx/article/view/10483
Etiquetas: Agregar Etiqueta
Sin Etiquetas, Sea el primero en etiquetar este registro!
Descripción
Sumario:Esta comunicación es una aproximación al tema de vida conventual femenina novohispana, particularmentede la orden dominica de mujeres y la arquitectura, a partir del ejemplo de una celda particular.Existieron dos categorías en los conventos de monjas novohispanas, los de descalzas y los de calzadas; en lasprimeras era una vida de austeridad, en comunidad se realizaban varias actividades como rezar, comer y dormir; mientras que en los de calzadas algunas religiosas tenían la posibilidad de hacer sus actividades demanera privada o en la también llamada “vida particular”, en una celda o casa construida por sus padres ofamiliares intramuros; como sucedió en el convento de monjas dominicas de Nuestra Señora de la Salud dePátzcuaro con la celda de la religiosa michoacana que nos ocupa.María Anna de Pimentel, –ya profesa y se nombró Ana María de Nuestra Señora de la Salud– fue hija del acaudalado comerciante José Andrés de Pimentel, quien le fabricó una celda al interior del convento a manera de réplica de la casa paterna.